miércoles, 17 de octubre de 2007

EMBOSCADA Y MUERTE DEL GOBERNADOR DON PEDRO DE VALDIVIA

Lautaro sabía que sus fuerzas bajo su mando recién entrenadas estaban ahora en una línea denominada "Línea interior", es decir entre dos fuerzas, las del fuerte Purén por el sur y las de Concepción por el norte. Para ello elije neutralizar una de ellas. Para eso usa una estratagema, engaña a Gómez de Almagro en el fuerte Purén y se asegura que sus tropas no se junten con la de Valdivia en el fuerte de Tucapel. Lautaro captura un emisario y se entera que Valdivia marcha hacia el sur y necesariamente tiene que pasar por Tucapel. En efecto, Valdivia a mediados de diciembre de 1553 sale de Concepción y se dirige a Quilacoya, donde toma algunos soldados en su marcha a Arauco, los espías mapuches siguen la columna desde las alturas de los cerros y no le presentan batalla, dejándole hacer su camino. Valdivia, muestra extrañeza de no recibir alguna noticia del fuerte de Tucapel y que además no sea hostigado en el camino.

El día 24 del mismo mes, decide tomar rumbo a Tucapel, esperando encontrar a Gómez de Almagro en éste. La tranquilidad y los espóradicos avistamientos de indígenas a lo lejos, les despiertan sospechas y envía a una avanzada a Luis de Bobadilla con 5 hombres para que exploren el camino y den información de la presencia del enemigo, no los vuelve a ver. Extrañado Valdivia de no tener más noticias de Bobadilla pernocta a media jornada del fuerte de Tucapel. El día de navidad de ese año, se pone temprano en marcha y al llegar a las inmediaciones extraña el silencio absoluto reinante, al llegar a la loma donde está el fuerte, lo encuentra totalmente destruido. No aparecía ni Gómez de Almagro ni Bobadilla por ningún lado, Valdivia aun así decide seguir. Decide hacer campamento en las ruinas humeantes del fuerte y cuando ya avanzaban los preparativos, de súbito el bosque se llenó de chivateos y sin más aviso una masa se precipitó hacia el enclave español. Valdivia, experto militar, apenas pudo armar sus líneas defensivas y aguantar el primer choque, mientras la caballería cargaba sobre la retaguardia del enemigo. Los mapuches, previendo de esta maniobra, habían dispuesto lanceros y contuvieron la carga. Con mucho valor y resolución los españoles lograron descomponer la carga mapuche, que volviéndose a los bosques se retiraron de la loma. Los españoles saborearon la victoria. Pero cual sería su sorpresa cuando apareció un nuevo escuadrón indígena presentándose al combate y de nuevo hubo que armar líneas y nuevamente dar carga con la caballería. Los mapuches además de los lanceros llevaban hombres cargando mazas y boleadoras y lazos con los que lograban desmontar al jinete y asestarle un definitivo masazo en la cabeza una vez en el suelo. Se repitió la misma escena, y al toque de un lejano cuerno el escuadrón se retiró, no sin dejar algunas bajas y un tercer escuadrón se presentó a la batalla, esta vez Lautaro estaba detrás. Valdivia, viendo desesperada la situación, dado el cansancio y las bajas, reunió a los hombres disponibles y se lanzó a la lucha que adquirió ribetes muy encarnizados, ya la mitad de los españoles yacían en el campo y los indios auxiliares mermaban. En un momento de la lucha Valdivia se dirige a quienes aun le rodean y les dice:-"¿Caballeros que haremos?"-. El capitán Altamirano responde:-"¡Que quiere vuestra señoría que hagamos si no que peliemos y muramos!"- Valdivia al ver pérdida la batalla, dispusó la retirada pero el propio Lautaro cayó por el flanco produciendo el desbande. Era justo lo que Valdivia no deseaba y los indios se dejaron caer uno a uno de los españoles aislados. Sólo Valdivia y el clérigo Pozo que montaban muy buenos caballos lograron tomar camino de huida. Pero al cruzar unas ciénagas, los caballos se empantanarón y los indios les capturaron.

Se dice que durante su juicio ante los Caciques, Valdivia después de ser capturado en la batalla de Tucapel, un Cacique llamado Leucotón fue quien le dio muerte, propinándole un fuerte mazazo en la nuca.

Luego arrasó sistemáticamente las ciudades españolas. Por dos veces saqueó e incendió Concepción, centro de los asentamientos españoles en el sur de Chile.

No hay comentarios:

Datos personales