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miércoles, 31 de octubre de 2007
miércoles, 17 de octubre de 2007
Despues de la muerte de lautaro la batalla de arauco continua...
Aunque Lautaro fracasó en expulsar a los españoles del territorio mapuche, después de su muerte éstos se mostraron más cautos a la hora de fundar nuevas ciudades, creando sólo siete al sur del Río Biobío. Pronto, otros caudillos tales como Caupolicán, el mestizo Alejo y Pelantarú asolarían las ciudades españolas siguiendo el ejemplo de Lautaro, pero carentes del genio militar de este. Los mapuches las arrasarían todas en la gran sublevación de Pelantaro, el año 1602.
La extinta Logia Lautarina o Logia Lautaro, creada en el siglo XIX en Londres por Francisco Miranda, lleva su nombre por el ejemplo de resistencia ante los españolesLa muerte de Lautaro
Las avanzadas españolas capitaneadas por Francisco de Villagra, quienes estaban al sur de las fuerzas araucanas fueron informadas en Reinoguelen por un indio (ya mencionado anteriormente) de que Lautaro acampaba en un fortín en el río Mataquito, al norte del pueblo del mismo nombre, en la falda de un cerro llamado Caune ( actualmente llamado Caone) de difícil perfil, donde había un sendero denominado camino de Las Palmas, muy cerca del lugar llamado Peteroa. Villagra tan pronto se dio cuenta de la información que tenía envió por la avanzada del capitán Godinez para que se reuniera con el en el pueblo de Mataquito. Reunidas las fuerzas, Villagra avanzó en la noche oculto hasta las inmediaciones viniendo por la orilla del río Mataquito. Las informaciones obtenidas por Lautaro le hacían suponer lejos al enemigo que había dejado al sur y por tanto descuidó la vigilancia del emplazamiento y no supo del acercamiento de Villagra y Godinez, ya sea por que los naturales de la zona no dieron la alarma o bien ocultaron la información. Además le fue informado que la noche anterior las huestes de Lautaro había estado embriagándose en una celebración, si la maniobra salia bien la sorpresa iba a ser total. En el amanecer del jueves 1º de abril de 1557, Francisco de Villagra más su primo Juan de Villagra, Diego de Altamirano y 57 jinetes, cinco arcabuzeros y más de 400 yanaconas, si se compara, era una fuerza relativamente pequeña si se piensa que al menos eran 800 mapuches en el campamento. Villagra con mucha cautela hizo avanzar algunos yanaconas exploradores y estos volvieron diciendo que no habían centinelas, lo que le hizo predecir a Villagra que el campamento estaba en el más absoluto reposo. Las huestes españolas se acercaron de amanecida al fortín subiendo por una serranía empinada y tendieron su línea de ataque, Villagra en voz baja dirigió unas palabras a sus acompañantes representándoles la responsabilidad del éxito y que la suerte de la colonia dependía de esta acción. Villagra ya había organizado la forma de ataque cuando un trompeta impaciente tocó la señal antes de tiempo. De inmediato, los mapuches salieron a empuñar sus armas y Villagra gritaba -¡Santiago y cierra España, adelante!! estos sorprendieron a las huestes lautarinas totalmente, creándose el desconcierto y la huida. El lugar donde estaba Lautaro era conocido por los espías indígenas de Villagra, por tanto se dirigieron resueltamente a la ruca que albergaba a Lautaro quien estaba en compañía de su mujer Guacolda. Lautaro salió de su ruca, con la espada de Valdivia en mano y murió atravesado en la misma puerta de un lanzazo mientras que los suyos eran tomados por sorpresa y masacrados, los españoles jubilosos gritaron: -¡Aquí españoles que Lautaro es muerto!!-(1557). A pesar de la muerte del líder los mapuches dieron una porfiada resistencia durando más de 5 horas de brega, en la que al final cayeron 663 indios y capitanes, logrando apenas escapar unos 130. Con el fin de Lautaro, desaparece una figura notable de la guerra de Arauco, nadie más llegó a igualar sus condiciones de líder ni su genio militar, que estuvo a la altura de los grandes estrategas de su época.
Los españoles causaron más de 650 bajas mapuches, y los españoles perdieron a Juan de Villagra (primo de Francisco de Villagra) quien murió de un lanzazo en plena boca, además de todos los castellanos heridos, más 200 yanaconas heridos o muertos más muchos caballos. El cadáver de Lautaro fue desmembrado y su cabeza se exhibió en la plaza de Armas de Santiago por largo tiempo ensartada en una lanza española.
La campaña en 1557
Pedro de Villagra, primo como Juan de Villagra de don Francisco de Villagra inició una campaña reuniendo 50 jinetes, doce arcabuceros y 300 yanaconas. Supo que Lautaro tenía cuartel en un pucará situado en Peteroa y pronto estuvo en las inmediaciones fortín mapuche, Lautaro lo atacó por la retaguardia, haciendo uso por primera vez de caballería mapuche armada como lanceros y se desalojó a Pedro de Villagra hacía un valle encajonado e hizo enviar emisarios hacia Santiago para pedir refuerzos. En el camino se encontraron con Diego Godinez que traía 30 jinetes los cuales por casualidad se toparon con 180 mapuches que iban camino a reunirse con su caudillo. Se trabó una furiosa batalla donde Godinez quedó tan mal herido que tuvo que retirarse.
Mientras tanto Lautaro cruzó el río Itata y reagrupó sus fuerzas en la orilla norte del río.
Hay un episodio dentro de esta época que narra una entrevista concertada a distancia, entre dos cerros, que ocurrió entre Lautaro y uno de los capitanes de Villagra, Marcos Veas, antiguo amigo de Lautaro en tiempos de Valdivia, en que este soldado español insta a Lautaro a deponer las armas ya que no se podría oponer por siempre al poderío español. Lautaro respondió rudamente a Veas fijando al Maule como frontera para los españoles y además pidiéndoles un tributo en caballos, mujeres y armas a cambio de no ser atacada la colonia. La oferta de Lautaro fue rechazada isofacto por Veas y terminó la entrevista y la amistad.
Lautaro avanzó hacía el río Maule y una vez cruzado se enteró que Francisco de Villagra había salido de Santiago con un batallón punitario de 50 jinetes y 30 arcabuceros más un millar de yanaconas. Bien juzgando Lautaro que la capital quedaba desguarnecida avanzó hacia el norte, dejando pasar a Francisco de Villagra hacía el sur.
Para entonces Lautaro se había ensorbecido por sus victorias y su ascendiente sobre su pueblo se transformó en un dictador y volvió a cometer toda clase de tropelías en contra del pueblo picunche y los promaucahues ganándose numerosos enemigos, entre ellos un indio joven quien vio morir quemado delante de él a su padre, este indio que dejaría vivo sería su perdición. En el actual sector de Chillan, Lautaro sufrió la deserción de su gran aliado, un cacique llamado Chillicán quien no pudo soportar el grado de abusos de su caudillo y se alejó con sus huestes desistiendo de la empresa de Lautaro. Esta importante baja en sus fuerzas fue un duro golpe al orgullo de Lautaro y lo hizo desistir de avanzar hacia el norte en pos de Santiago y como estaba avanzado el otoño y sin alimentos prefirió retornar a regañadientes hacia Mataquito y reagruparse en Peteroa.
la campaña de fines de 1556
Lautaro, a pesar de la hambruna y el tifus logró acaudillar a más de 2.000 guerreros y con estos cruzó por primera vez el Bío-Bío y siguió hacia el norte y empezó a reclutar gente entre los picunches, mucho más pacíficos que los mapuches. Lautaro mantenía una rígida disciplina en sus hombres pero dejaba que cometieran toda clase de tropelías contra aquellas comunidades indígenas que no se plegasen a su causa llegando hasta a quemar vivos a algunos naturales.
En Santiago se despachó con urgencia a Diego Cano y solo 14 hombres para averiguar la real situación del Maule.
Al acercarse al campamento de Lautaro, este ya a sabiendas por sus espías los dejaron acercarse para luego dejarse caer en el cruce de un río sobre ellos, aquí resultó muerto un español y los demás lograron huir. Lautaro hizo despellejar al cadáver español y lo colocaron en lo alto de un roble. En Santiago, cundió el pánico y se empezaron hacer defensas en la ciudad mientras aun se mantenía un litigio por la sucesión real de Valdivia.